El silencio se siente como un desgarro.
De la piel que viste a su espalda.
Una sombra negra asciende por la falda.
Y me arranca, lo demás.
Demasiado tenue es la tristeza.
Que baja a mis mejillas.
Fiera y áspera como animal.
Aprieta la mandíbula; corta.
Una presión en el pecho que las letras no soportan.
Viene la ausencia a jalar el cabello.
Es el instinto,
Quién me hiere.
La felicidad existe, y es absurda.
Se me acerca y me pregunta.
¿Por qué tanto tiempo sin decir nada?
-.La inspiración me oprime.
¿Y si lo escribes?.
-. Al arte no hay que escribirle..
Hay que Gritarle.
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