Con mi humo, con su gente, con la nada.
Y de repente;
La basura me olió a rosas.
Con la suavidad y el tacto.
Entonces;
El aroma me abraza y la ciudad se achica.
El sonido de mi risa con su ironía tan marchita.
Tengo ansias de convertirme en arte.
Cantar Joaquín Sabina.
Rozarte.
Ha pasado un segundo eterno,
Un siglo en un instante.
Y tú;
Aún como el primer día.
El Smog de está ciudad me grita:
Tu nombre.
La ciudad del desastre catastrófico artístico.
Foto tomada tomada por algún extraño.
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