Si he ceñido a mis huesos la forma de sus labios.
Entonces puedo compartir con vos;
Un cigarrillo o dos.
Despertarla en la mañana,
Llevarle el café a la cama.
Tanto interés del enemigo;
En saber si somos más que de amigos que de otra cosa.
Si me he reído en voz alta es porque nadie sabe que yo sé:
Que el cielo es azul celeste,
Que nuestras sombras son únicas y de colores fluorescentes.
Tenemos nuestro propio muro donde escribimos nuestras propias cosas.
Pero tanto protocolo del innecesario para qué.
Si públicamente podría confesarles;
Que yo soy su más remoto y oscuro secreto.
Y ella el mío.
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