Tenía 17 años cuando puse mis labios en los suyos;
Y la muerte me sonrió.
La vida no regresa, aunque yo se lo pida.
Que escena tan fría la de verte hecha un cadáver.
Te he pensado hasta cuando no.
La inspiración no me ha dado material para poder escribir.
Pero aun así, estoy buscando entre mis miedos;
Madre mía, te extraño.
Las lágrimas están cortando mi garganta.
No he podido decir en voz alta lo mucho que te he de extrañar.
Sé muy bien que me estas viendo,
Desde mi cielo.
Sé que estás convertida en brisa,
Que cuando el viento me acaricia, sos vos.
Pero también sé, por mucho..
Que ningún día había sido tan duro como ese, en el que decidimos dejarnos;
Para encontrarnos en otras vidas.
Me pregunto si pudiste escucharme cuando grité que no me dejaras.
Tengo un puñal de escenas dolorosas detrás de mis párpados
Que cuando cierro, se vuelven reales.
Ninguna palabra será suficiente, nunca.
Ni en esta, ni en ninguna otra vida.
Pero, yo:
Te amo Julia, en todos los idiomas;
Existentes.
Quédate feliz y tranquila,
"No estoy sola pues me cuidan, la libertad y la esperanza,
Madre mía, yo nunca, jamás..
Os olvidaré."
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