Se contrae entre silencios.
Que se debaten si realmente,
Mir-arte o no.
Te digo una mentira caprichosa,
Y mis ojos te sonríen.
Que placer me da mirarte a través de mis ventanas.
Dilatadas.
Tan abiertas.
Aún si ciega fuera, incluso entonces.
Podría mirarte
Eterna, y calmada.
Por que yo, soy tu.
Y a quién veo, es a mí.
Siempre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario