Susurrando que sí.
No sé que dicen, mis voces;
Simultáneas.
Que hablan al unísono.
No sé a cuál hacerle caso, y a cual no.
Fluyen entre tiempos.
Entonces es momento para un cigarrillo, o dos.
Mis vicios vienen en diferentes presentaciones,
Pero todos me ven con cara extraña.
Me persiguen.
Me apuntan con su dardo.
Yo no puedo negarles, mis voces tampoco.
Me clavan sus miradas furtivas de a poco.
Y finalmente;
Me disparan.
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