Pero táctil, como el relieve de la tinta incrustada en la hoja.
A veces inservible y otras más;
también.
Sé que en el silencio de lo intermitente,Entre el pestañeo acelerado de sus ojos.
Me dice de a poco que quiere encontrarse,
En mis escritos.
Me susurra a gritos que le de un fragmento de mi historia.
Que la palme en la memoria.
Puede que en ocasiones las ansias de formar parte de alguna cosa sean:
Fuertes, inalcanzables.
Malditas y,
Otras más tan inauditas como la propia necesidad.
No venga a decir que no me ha visto en ninguna parte, señorita.
Porqué invisible
Y sombra.
Yo me paseo por su vida como si no existiera otra.
Y déjeme decirle, personalmente hablando:
Que no existe nada en esta vida que me cause más placer que escribirle a cada una de las letras que usted lleva;
En su nombre.