Suelo sumergirme en ti,
Ola de mar pérfida.
En tus giros mi cadera,
y sentimos la piel del v é r t i g o;
vicio sumiso que camina por la casa.
En sus ojos partículas de río.
Un mar tan furtivo y lento,
suele escaparse el fuego denso del volcán.
Dosis pura de energía estelar circulando por el cuerpo.
Indicio lunar que se adhiere a la espalda.
Somos la esfera°
Anchas y verdes montañas;
fragmentos de vida que respiran.
Tierra para sujetar al mundo, pies que deberían caminar descalzos.
Somos un mordisco de silencio.
El giro del tiempo entre las manos.
La fuerza natural que hace meditar al universo.
Entre todo y nada; viceversa.
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